El tema del proyecto es seductor, podría ser el ejercicio de un estudiante de los primeros niveles de la escuela de arquitectura. Desde el momento en que se planteó el tema, fue un reto muy interesante.

 

La casa se implanta en un gran lote de 8000 m2, lo que permitía dispersar programa y resolverla en una sola planta. Se la solucionó con una barra con los espacios de estancia y un satélite contenedor de estacionamientos y bodegas.

La barra está orientada en sentido Este-Oeste, dando la espalda al viento y evitando el asoleamiento intenso del valle de Tumbaco.

El programa se divide en dos partes fundamentales: Un estudio de fotografía y una vivienda para una persona. El estudio es una habitación única con una profundidad de 6 metros que puede abrirse en su frente para alejar la cámara cumpliendo los requerimientos técnicos de este espacio. Está dotado por un baño y un vestidor.

 

 

La vivienda está dividida en una zona pública donde está el salón comedor y una cocina abierta; un bloque de servicios que la separa con la zona privada que contiene el dormitorio principal con su baño y vestidor. Todos los espacios de estancia, dan a un gran porche ubicado hacia la vista al valle de Tumbaco.

 

El presupuesto inicial era bajo, una de las razones para resolverlo en una sola planta, y buscar un sistema estructural eficiente compuesto por vigas y columnas  de acero, con losas de hormigón.

 

Con el propósito de bajar costos, se la acabó de manera muy simple: Para los tumbados se utilizó tableros contrachapados soportadas dentro de las viguetas del tramado estructural. Los pavimentos son de hormigón alisados y sellados.

El contenedor de estacionamientos es una estructura metálica básica recubierta de chapa metálica industrial, que dialoga con el estudio de fotografía recubierto de la misma manera. La fachada frontal de la zona de vivienda está compuesta por lamas de hormigón hechas en el sitio y vidrio, que junto a los canales de la chapa del estudio colocados en sentido vertical, ayudan a equilibrar la horizontalidad de la barra de 25 metros de largo. En la Fachada posterior solo los espacios de servicio son cerrados, el resto es acristalado y permeable para fusionar los espacios interiores con la terraza exterior cubierta.

 

El resultado es este proyecto, atípico, con un vacío que divide la zona de trabajo con la de vivienda, que permite el cruce de la barra hasta el jardín posterior.

 

Está solucionado de una manera sintética, donde el mínimo de operaciones resuelven el máximo de problemas. Obteniendo un proyecto contemporáneo a un bajo costo.