Es el primer encargo que ejecutamos en la Costa ecuatorina, las condiciones son distintas a la Sierra, donde hemos hecho la mayoría de nuestros proyectos. El clima es trópical y durante varios meses del año, llueve mucho, las temperaturas y la humedad son muy altas. El norte de Manabí, es probablemente la zona de mayor riesgo sísmico qué hay en Ecuador, donde se han registrado los terremotos mas fuertes, que han destruido poblaciones enteras. En el terremoto de 2016, la localidad de Canoa, fue muy afectada.

El volúmen es muy simple, una barra que quiebra en la división de lo público y privado, marcando los accesos en esta articulación. Este giro, permite que todos los espacios de estar, se beneficien de la vista a la playa, así como de refrescante brisa marina que viene del Oeste.

El Programa es para una casa de vacaciones; tres habitaciones, dos baños completos y una zona social abierta, libre de elementos estructurales, en los que cocina, comedor y salón comparten un mismo espacio con conexión a una gran terraza de donde se ve el mar y las montañas cubiertas de bosques secos, típicos de la provincia de Manabi. La planta baja queda libre, con espacios de estacionamientos y servicios. Se plantearon dos accesos; un directo desde el estacionamiento y otro a través de una rampa, que en su primer tramo acompaña la pendiente natural del terreno. Es un elemento independiente que se libera del volúmen el momento que la barra hace el giro.

Con este proyecto logramos liberarnos de clichés y modismos, propusimos una arquitectura responsable, resistente y atemporal, que su funciamiento sea eficiente y se nutra de un paisaje muy poderoso. Que funcione para el clima y las eventualidades de la zona. Resuelta con materiales locales, de alta resistencia, que garantizan un bajo mantenimiento.